lunes, 5 de mayo de 2014

Ventana de Sueños

La Ventana.
A través de la ventana vemos pasar la vida. La ventana es una metáfora y a la vez un símbolo. Su propia forma, su esencia originaria da sentido literario a su existencia: simplemente una abertura en la pared para dejar entrar la luz, para poder ver lo que nos rodea.
Pero ventanas hay muchas y de muchas formas, también aquellos medios de comunicación que representan el papel de la gran ventana indiscreta de nuestro tiempo, a través de las cuales podemos formarnos una opinión, ampliar nuestro conocimiento, indagar historias de la vida cotidiana como son el cine, la televisión, el internet. Otras ventanas se convierten en espacios por donde desfilan sentimientos y emociones como los libros, las diferentes formas de expresión artísticas de pintores, escultores, músicos y demás creadores de mundos imaginarios.

También existe el espejo, que de alguna manera es también una ventana a la que nos asomamos y en la que solamente nos vemos a nosotros mismos, pero a través de la cual el tiempo pasa más crudamente.
La fotografía constituye otra ventana para apropiarnos del mundo, establece un juego permanente con la mirada y con todos los utensilios que puedan convertirse en una prolongación de esa mirada.
La ventana es una zona intermedia de comunicación entre el interior y el exterior, desde alguien que mira al objeto mirado, un espacio de comunicación, una forma de asomarse a la vida de los demás… es simplemente el encuadre por el que vemos el mundo.
“Personifica la mirada, la curiosidad, la indiscreción, la espera vana y también la búsqueda de la verdad. Pero sobre todas las cosas tal vez la ventana haya sido la compañera más fiel de generaciones de melancólicos, de enamorados, de amantes traicionados. La nostalgia, la melancolía y, en definitiva, la soledad, acompaña a todos aquellos que pasamos gran parte de nuestras vidas mirando a través de una, de cualquier ventana”.
(Rosa Olivares/ “A través de la Ventana”/ Imagen y Cultura nº 26, Mayo / Julio 2007).
 

Ventana de Sueños.
Como todos sabemos la visión a través de La Ventana depende de si la ventana es grande o pequeña, si tiene muchos o pocos cristales, si el vidrio es opaco o claro, si la ventana da cara a una calle o a un patio.
La Ventana de Sueños, es un espacio donde contaré historias en imágenes, textos, de mis sueños y pasiones que son los de muchos y que me hace muy feliz compartir … Un viaje por aquello que me hace sentir la plenitud de la vida y el cuál no disfrutaría si no me siento acompañada.
Aunque por supuesto, las escenas que se desarrollen en la “Ventana de Sueños” dependen en realidad del ángulo, el estado de ánimo y la capacidad de asombro con que cada uno de Ustedes vean estas historia.  La idea es que fluya la belleza y dejarse llevar…

Tras la ventana
Tras La Ventana te observo. Grande y pequeño a la vez. Pienso que debes ser el principal motivo para la realización de cualquier sueño, por muy amplio e intangible que este sea.
Al plasmar mis pensamientos, La Ventana está romántica empañada por el frío viento de este año en pañales, pero eso no evita que te mire con asombro y compruebe que todo esfuerzo vale cuando persigue regalarte un mundo indiscutiblemente hermoso.
Pero como buscar hermosura ante los inevitables tonos grises de la vida. Como imaginarse siquiera rescatar la ingenuidad y la espontaneidad de tu intensa mirada para que uno pueda preciarse de ser sensible ante los acontecimientos cotidianos.
Creo firmemente que todo depende de la actitud con la que uno vea el mundo. Esa apertura de criterio, esa posibilidad de ventilar espejismos y aclarar inquietudes, ese positivo deseo de profundizar en los hechos.
La Ventana siempre ha sido para mí fuente de conocimiento, una fiel compañera en la aventura de descubrir cuanto me rodea. Recuerdo cuanto peleaba que me concedieran un cuarto con visión al exterior y cuando por mala fortuna me tocó una habitación completamente cerrada. Cuanta desesperación a pesar de contar con mis propias fuentes de comunicación.
Por eso mi obsesión por los espacios y criterios abiertos. Por eso estoy convencida de que La Ventana puede llevar esperanza aún a los reclusos. Esos que no poseen otra cosa más que su libertad de pensamiento.
Al concluir la tarde, hecho una ojeada más al exterior. Advierto una multitud en la calle. Camina vacilante y aturdida por una ciudad donde los problemas crecen y las soluciones  tardan. Nadie percibe mi inquieta mirada.
Entonces te vuelvo a encontrar, tu sonrisa se eleva sobre aquellos seres sin rostro. Aquellos que no saben arrebatarle a la naturaleza sus encantos, esos que viven monótonamente atormentados por la crisis del universo. Entre todos ellos sólo tú pareces entender mi pasión por la vida. Sólo tú que has logrado conservar ese valioso corazón de niño.

Adriana Vázquez Jaramillo/Revista  “A través de La Ventana”/Enero 1994.

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